Son consecuencia de una espectacular erupción solar registrada el domingo y podrán verse en el norte de Europa y AméricaSon consecuencia de una espectacular erupción solar registrada el domingo y podrán verse en el norte de Europa y América
Quienes salgan está noche al aire libre en el norte de Europa y de América podrán presenciar espectaculares auroras como consecuencia de una erupción solar que tuvo lugar el domingo. Según el Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian (CfA), miles de millones de toneladas de plasma ionizado que lanzó la estrella al espacio hace dos días empezarán a chocar con el campo magnético terrestre a primera hora de la próxima madrugada.
"Esta erupción se dirige directamente hacia nosotros y se espera que llegue mañana. Es la primera gran erupción en dirección a la Tierra en mucho tiempo", ha indicado Leon Golub, del CfA. La eyección de masa coronal, como también se llama a estos fenómenos, fue captada por el Observatorio de Dinámica Solar (SDO) de la NASA, lanzado en febrero. "Hemos conseguido una bonita vista de esta erupción. Y habrá vistas más bonitas aún si se registran auroras".
Cuando una eyección de masa coronal alcanza la Tierra, interactúa con el campo magnético de nuestro planeta pudiendo llegar a crear tormentas geomagnéticas, explican desde el CfA. Las partículas solares se alinean con las líneas magnéticas que convergen en los polos y colisionan con átomos de oxígeno y nitrógeno en la atmósfera que brillan entonces como si fueran pequeñas luces de neón. Las auroras -un espectáculo de cortinas luminosas verdes y rojizas- se ven normalmente en latitudes próximas a los polos, aunque, durante una tormenta geomagnética, pueden verse más cerca del ecuador.
El impacto de las partículas solares, que viajan a millones de kilómetros por hora, puede agujerear los satélites y desviarlos o hacer que caigan hacia una órbita más baja. Además, una eurpción solar violenta es capaz de provocar apagones, chispazos en oleoductos y gaseoductos, interrupciones en las comunicaciones por radio y telefonía, interferencias en las emisiones de televisión... En octubre de 2003, aa consecuencia de un fenómeno de este tipo, algunos aviones desaparecieron unos segundos del radar en Alemania, se vieron auroras boreales hasta en California y un satélite japonés de telecomunicaciones quedó fuera de servicio temporalmente.
Los expertos interpretan la erupción del domingo como el despertar del Sol después de un máximo de actividad registrado en 2001 al que ha seguido un largo periodo de actividad mínima. Es, dicen, un signo de que pronto habrá otro máximo de actividad solar.
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